lunes, 28 de noviembre de 2016

Convivencia armónica, concertada y consensuada


 Análisis Astrid Plazas:

Considero compleja la noción solicitada, así que este texto será un intento más que conceptual, operativo – practico de algunas herramientas necesarias para consentir una convivencia Armónica, concertada y consensuada en algunas de las comunidades complejas y disociativas por naturaleza como lo son Medellin y Bogotá, este acercamiento partirá de los aportes de mis compañeros y nociones éticas-axiológicas que se hace necesarias.
 Partamos de conceptos básicos, para hablar de convivencia me remito a su esencia basada en un contrato social hecho por ciudadanos libres que han decidido vivir en comunidad, pero esta no es implícita en la relaciones humanas, se basa en condiciones de normatividad moral, ética, religiosa, axiológica y política, podríamos pensar en la consolidación del contrato social en torno a unos mínimos políticos, puesto es este el encargado de velar por la satisfacción de las necesidades materiales y los derechos de los ciudadanos, evitar las desigualdades,  la exclusión social y política de poblaciones y de grupos sociales, como  base de la convivencia ciudadana y necesarias para la legitimidad de un estado de lo contrario motiva el desorden social y de la violencia en formas cotidianas de participación.
 Cuando hablamos de bajos porcentajes de conciencia social, solidaridad y comunicación se hace evidente en sociedades penitentes que coexisten en círculos viciosos de miseria, violencia, desigualdad, inseguridad e injusticia generalizada y cotidiana, si bien es cierto según la ética teleológica, nuestras acciones buscan un fin y este debe ser la felicidad, es decir unos máximos particulares que incluye valores, metas y proyectos de vida, pero que sólo serán posibles en comunidad, en el arte de convivir y para ello se requieren unos mínimos de justicia y de normatividad, es decir una ética cívica. (Cortina, 1997)

Se parte de un principio que es la construcción de valores consensuados que se denominan ciudadanos, que sean fehacientes, útiles, necesarios y legítimos para un grupo social,  por ende el primer reto es determinar que es o no un valor, pues debe trascender de los límites de la familia y la comunidad para llegar a ser un solo valor para una sociedad en cada rincón de Medellín,  Bogotá y Colombia misma. (Cortina, 1997). Es por ello que encontramos intentos continuos por incluir en las escuelas y los procesos educativos estrategias de formación política que redunden en acciones, actitudes y aptitudes de convivencia, como las expuestas en Medellín por la UNESCO. (López, 2014)
Nos atreveremos a exponer como panacea de la convivencia armónica, consensuada y concertada, los expuestos por Adela Cortina:

1.        Libertad como Participación, dado que se entiende como hombres libres con posibilidad e intensión de participación en la toma de decisiones, en la vida política. Como independencia, determinada como el auto reconocimiento y la noción de construir su proyecto de vida  que a su vez debe apuntar a  un proyecto de nación consensuado. Como autonomía, abarca la magnitud de determinar sus propias acciones partiendo de acuerdos comunes como un contrato social o deslegitimando los poderes vigentes hacia una desobediencia civil.

2.        Igualdad, entendida como principio universal de oportunidades, derechos y libertades, que permitan alcázar esos mínimos materiales y condiciones sociales, políticas y culturales para una vida digna.

3.        Solidaridad, Son acciones de tipo axiológico que conducen al individuo a actuar de forma social y altruista con aquellos en dificultad, necesidad y desigualdad.


4.        Tolerancia,    dada como un respeto activo, es entender que a pesar de ser pluralistas no significa tener un mismo proyecto de vida ni unos máximos compartidos, es recurrir a la necesidad de aceptar y valorar las diferencias, es el principio de la otredad.

5.        Dialogo, pilar de cualquier proyecto de convivencia, es la condición necesaria para vivir en comunidad, mediar las diferencias y contruir los valores. (Cortina, 1997).



Referencia Bibliográfica

CORTINAAdelaCiudadanos del mundo. Hacia una teoría de la ciudadanía. Madrid: Alianza, 1997. 
LÓPEZ, Verónica “Convivencia Escolar” Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, ONU Oficina de Santiago N° 14.  2014


 Análisis Yaqueline Novoa:




Para acercarme a los conceptos de convivencia armónica, concertada y consensuada hice un análisis desde el conjunto donde vivo.  En el conjunto Bolivia real se mantiene una coexistencia pacífica y armoniosa, la mayoría de propietarios siguen las reglas básicas para tener una convivencia sana.

En cuanto a la convivencia, concertada y consensuada hace referencia a aquella en la que los individuos, sin importar, raza, identidad, nación, cultura, o sexualidad pueden vivir cordialmente en el mismo ambiente. En el conjunto no se ha presentado casos de intolerancia o de agresión por alguna de las razones anteriores. Sin embargo recuerdo que hace algunos años se pasaron a la torre de al lado una familia costeña, los vecinos se comenzaron a quejar pues el exceso de volumen en la música era constate los fines de semana. Se oían frases como “tenían que ser costeños”, “corronchos malucos” entre otras. Hasta que se hizo una reunión y se presentaron las quejas. La familia cordialmente acepto las críticas y cambiaron el mal hábito. Lo que nos hace reflexionar que para que exista una convivencia armónica, concertada y consensuada debe existir el diálogo, el respeto, tolerancia y reconocimiento de las diferencias culturales y grupos sociales a nuestro alrededor.  Pienso que una convivencia consensuada y concertada permite la resolución de conflictos y a la toma de decisiones tales como el que señale anteriormente.

La convivencia armónica se fortalece a través de la educación, para lograr coexistir de manera adecuada se debe respetar los derechos y deberes humanos. Se debe incentivar desde el núcleo familiar a la tolerancia hacia las diferencias sociales y culturales. Somos un país con diversidad cultural así que debemos reconocer y valorar la libertad de expresión y apoyar la igualdad para todos.

Análisis Nelson Cortes:

Al reflexionar sobre forma como se convive en mi contexto debo resaltar que Bogotá cuenta con una  realidad compleja y multidinámica, es una ciudad multicultural donde los vecinos que me rodean representan diferentes regiones de Colombia. Comportamientos e identidades propias de las costas Pacífica y Atlántica, Nariño, Boyacá, la zona cafetera, confluyen para enriquecer la realidad del sector en el que vivo, gente alegre y trabajadora.
El sector de Hayuelos responde hoy a las necesidades de seguridad que se presentan en la ciudad, mis vecinos de manera organizada han gestado planes integrales de convivencia y planes de seguridad. El comercio que se desarrolla en el sector permite el desarrollo de actitudes saludables: Para la salud y el deporte hay parques, gimnasios y escenarios deportivos. Para la recreación el sector cuenta con bares, restaurantes, centros comerciales, cines, etc. Es un sector que le ha permitido a sus habitantes tener una vida relativamente tranquila.
De manera particular en el conjunto residencia en el que habito, las vecinos se preocupan por la conformación de comités sociales que permiten la socialización, la participación y el desarrollo. Tolerancia, participación, corresponsabilidad y proactividad son seguramente las características mas destacables.

Dentro de los aspectos que afectan a mi comunidad está la inseguridad propia de Bogotá, problema que se disminuye en el día a día gracias a la presencia de las autoridades en los barrios del sector.

Análisis Angela Pacheco:



          Haciendo una observación en los diferentes entornos en os que me desenvuelvo, llegué a la conclusión de que hay varios factores que impiden una convivencia armónica, concertada y consensuada, pero pongo de relieve el que a mi modo de ver es el núcleo de todo el problema y que hace parte de la investigación ético- filosófica, y es el reconocimiento de la alteridad, como ya lo vislumbraba Schopenhauer y como intentó solucionarlo Tugendhat, el hombre es un animal egoísta por naturaleza, el niño recién nacido es el ejemplo más fuerte de esa individualidad desbordada; sin embargo, es la racionalidad la que nos hace salir de ese fuerte cascarón que nos da la naturaleza, para llegar al culmen de la evolución, la convivencia armónica y la solidaridad.


     Ese es el factor que es común a todas esas esferas sociales, aunque en algunos casos intervienen otros factores propios de cada entorno, pienso que si se combate el terrible mal de no reconocerse en el otro, lo demás fluye de manera natural.



Definición de Convivencia


“Si vienes a reclamar tus derechos, conoce primero tus deberes” “La verdadera fuente de los derechos es el deber. Si todos cumplimos nuestros deberes no habrá que buscar lejos los derechos. Sí, descuidando nuestros deberes, corremos tras nuestros derechos, éstos se nos escaparán como un fuego fatuo. Cuanto más los persigamos, más se alejarán.” Gandhi
La reflexión que se llevó a cabo en este momento de la cátedra nos permitió ver como la convivencia vista como un con-vivir o mejor un vivir-con,  nos sitúa en un contexto donde el respeto y la solidaridad participan como protagonistas en las relaciones entre las personas que participan de una misma comunidad.
Para proveer una definición   que contenga los tres adjetivos que califican a una sociedad saludable “armónica, concertada y consensuada” podemos alinearnos con la proposición del encabezado como principio evidenciado por Ganghi.
“Si vienes a reclamar tus derechos, conoce primero tus deberes”, esta primera parte nos muestra la relación concertada entre un individuo, una comunidad y sus gobierno; esta convivencia es el resultado de unos acuerdos que establecen en la forma de administración y justicia.
“La verdadera fuente de los derechos es el deber. Si todos cumplimos nuestros deberes no habrá que buscar lejos los derechos” aquí vemos la correspondencia entre el cumplimiento del deber social, cuando respetamos, somos respetados, cuando somos solidarios recibimos solidaridad, cuando damos amor, es lo que recibimos. Es decir hay armonía entre lo que  pensamos, sentimos, expresamos y los que por su parte nos ofrecen los conciudadanos que conforman nuestro contexto.
Con el cumplimiento de unas normas socialmente aceptadas, con el cumplimiento de la ley y con la actitud pacífica y conciliadora lograremos la aceptación de las diferencias del otro y llegaremos a acuerdos para una convivencia donde todos logremos acuerdos mediados, (convivencia consensuada).
Es preciso aclarar que estos adjetivos apenas hacen parte de todo lo que podemos encontrar en este concepto, otros  pueden ser la capacidad reconciliadora, el perdón, la participación, entre otros. Valores que se construyen desde la misma concepción de la vida humana, desde los procesos educativos de los infantes, adolescente y la vida adulta.

 Vale la pena aclarar que el concepto de convivencia puede recibir categorizaciones de acuerdo a la realidad en que de quiera analizar, podemos identificar la convivencia familiar, social, escolar y  humana.